
Pues si, merece la pena, no tiene precio la cara de ILUSIÓN de directivos, entrenadores, jugadores y los 3 padres que pudieron entrar.No sé si acabaremos la temporada pero esas cosquillas en la barriga antes de este partido que me recordó a mi primer partido de baloncesto cuando eres niña/o y solo por ver sus caras de ilusión ya ha merecido la pena empezar esta temporada.